La fotografía nupcial o de bodas alcanza hoy día una dimensión mucho más amplia que hace varias décadas, desde que la tecnología digital se ha globalizado tanto, cualquier persona con un buen smartphone puede realizar increíbles fotografías y videos con una calidad en ocasiones que ni imaginamos. Hay que tener en cuenta que un profesional de la fotografía tiene muchos más conocimientos en cuanto a planos e iluminación que cualquiera de nosotros y en una boda la persona encargada de hacer las fotos está más pendiente de los detalles, es por ello que a veces el propio profesional nos da también consejos sobre los adornos y su disposición, flores, la alfombra, lazos, centros de mesas, etc...
En el mundo de la fotografía nupcial podemos encontrar una gran variedad de estilos, entre los cuales destacamos varios de ellos en este artículo para que los lectores tengan una idea básica y centrada para no dispersar mucho entre tantas opciones, mejor breve y dos veces bueno.
El reportaje fotográfico tradicional es un estilo que se arraiga desde hace muchos años amparado por la rigidez de las imágenes, el posado frío y parco en emociones. Este tipo de fotos se apoya principalmente en los diferentes decorados y fondos e iluminación, pues el fotógrafo sigue una directriz planeada para conseguir una serie de fotos que capturen un todo perfecto, generalmente son planos amplios o lejanos donde la expresividad de los novios no es lo más importante, sino más bien el conjunto de la fotografía.
Como las tendencias en fotografía van cambiando, podemos encontrar otras opciones más vivas y originales que las fotos de siempre, nos referimos a la fotografía mixta, que combina la tradicional un tanto impostada y rebuscada con las fotos divertidas y algo más dinámicas como son las espontáneas. Así podemos ver álbumes de fotos que junto a un posado encontramos una foto de los novios riendo a carcajadas o un primer plano con un fondo gussiano. Poco a poco la cultura de la imagen va siendo más sofisticada y el lenguaje de la imagen se va transformando para ofrecer otra forma de comunicar, para ello nace el fotoperiodismo de boda.
El fotoperiodismo de boda es un paso más allá en la forma que se quiere inmortalizar un día tan especial, para ello es muy importante la colaboración de los novios y el grado de naturalidad que hagan en todo momento ya que en este estilo fotográfico se puede mirar a la cámara y hacer posados, pero siempre de forma natural. Es quizás que muchos fotógrafos tengan que enseñar a los novios a hacer posados naturales y a buscar aquellas expresiones faciales más favorecedoras.
El fotógrafo profesional ve cosas que una persona normal no llega a percibir, por ello el profesional lo percibe todo en clave fotográfica y por ello entrena su ojo para centrarse en patrones, contrastes y centros de interés.
En una boda podemos encontrar infinitas escenas y momentos, sobre todo expresiones de júbilo, mucho colorido y fondos como por ejemplo cuando los invitados llegan al banquete y pisan la moqueta ferial, un auténtico baño de color, glamur y estilo con este tipo de decoración que cada vez gusta más e impresiona. En el fotoperiodismo de boda la espontaneidad es la imagen más buscada, no solo se basa en fotografiar una persona distraída, también implica cuidar la estética de la imagen.
Con la fotografía espontánea conseguimos expresar un realismo, en algunas ocasiones rozando el impresionismo, o al menos es lo que este tipo de fotografía intenta transmitir en su grado más alto. Capturar la autenticidad de la imagen en un contexto que nos hable, es quizás una de las disciplinas más difíciles de la fotografía. A veces los fotógrafos prefieren escenarios a cielo abierto donde el colorido de la luz natural ayuda más, o en determinados entornos urbanos siendo cada vez más popular y conocido este estilo documental o periodístico, tomando como referencia todo tipo de detalles. El fotógrafo que realiza este tipo de fotos para una boda se convierte en un invitado más y pasa desapercibido.
Para lograr los resultados esperados en una boda, el fotógrafo ofrece a los novios unos días antes realizar una serie de sesiones pre-boda, con ello se consigue que los novios entrenen su naturalidad y capten aquellos consejos del profesional, sueltan los nervios y se consigue un mejor feeling, fotos más relajadas y naturales. Con este tipo de fotos podemos encontrar a su vez dos estilos diferenciados, uno con un toque más bucólico o dramático y al otro lado podemos elegir un estilo más desenfadado. La fotografía urbana nos proporciona imágenes divertidas que podemos obtener a la luz del día por ejemplo en calles cruzando un paso de cebra, en el interior del metro, en mitad de una gran avenida o fotografías junto a una parada de autobús. En cambio si queremos una fotografía más melodramática en un entorno urbano tendremos que reducir la sofisticación de las líneas y ángulos de los edificios o calles bajo un atardecer o bajo el manto de la noche, para ello podemos potenciar este estilo tomando escenas en blanco y negro.
