Muchas veces compramos alfombras baratas sin pensar que a la larga nos pueden acarrear problemas alérgicos, precisamente ahora que estamos inmersos en una coyuntura de especial sensibilidad epidemiológica tenemos que pensar en la calidad de dichas alfombras.
Nos tenemos que fijar que a la hora de comprar alfombras con pelo, éstos atrapan el polvo actuando como filtro natural, pero si no limpiamos de 2 a 3 veces su superficie con una aspiradora los ácaros seguirán estando ahí, alimentándose de pequeños restos orgánicos, grasas y alimentos que se depositan durante el día.
La mejor solución es la de utilizar alfombras baratas vegetales que por su composición y textura evitan la acumulación de microorganismos perjudiciales para la salud. Además su versatilidad les otorgan a cualquier ambiente un toque sencillo y fresco, transformando cualquier ambiente sin perder compás con el interiorismo.
Las alfombras de yute, sisal o coco son confeccionadas completamente a mano desde hace mucho tiempo en el sur asiático, a partir de una fibra plenamente natural, reciclable y biodegradable, aunque también se han encontrado otras aplicaciones como la fabricación de bolsos, alfombrillas y zapatos, siendo unos productos y otros los que han pasado a una fabricación en serie.
Para la limpieza de alfombras vegetales se suele utilizar una solución de agua y sal concentrada o bien con cloro o jabón neutro, cepillando suavemente y luego aplicar un papel absorbente encima para que se seque cuanto antes o airear hasta completar el secado sin que le dé el sol directamente para evitar que queden marcas.
En el mercado se pueden encontrar fundamentalmente tres tipos de alfombras antialérgicas, siendo las más destacadas:
Alfombras de Coco: Las alfombras de coco son revestimientos para el piso para reducir el frío del suelo y, además, adornar el lugar en el que se encuentran. Existen muchos tipos de tejidos variados, pero sin duda el hilado de coco es uno de los más antiguos y proviene, principalmente, de la India y de África. Existen alfombras de coco adecuadas para uso doméstico o público y pueden ser confeccionadas con forma de carpeta con borde o en forma de rollo.
Alfombras de Yute: Las alfombras de yute tienen una textura similar a la de la lana. El hilo de yute es usado desde hace mucho tiempo para la fabricación de bolsas, carteras y alfombras. En la fabricación de alfombras, el yute empezó a ser utilizado como base del tejido, para luego pasar a constituir el propio tejido. El hilado de yute proviene de las hojas de un arbusto de tamaño mediano en las áreas subtropicales asiáticas donde se fabrican alfombras con una urdimbre bastante densa, dándole a las alfombras una consistencia rígida.
Alfombras de Sisal: Las alfombras de sisal poseen las características de calidez y resistencia del sisal, pero se pueden combinar en muchos diseños para todo tipo de decoraciones. Las alfombras de sisal podemos encontrarlas como hojas sueltas para recubrir la totalidad del lugar o solo una parte, bien en pequeñas losetas o en rollos.
Las alfombras baratas no tienen porqué ser de baja calidad. En el mercado podemos encontrarnos alfombras económicas con calidades excelentes, como las de yute. En general las vegetales tienen un precio bastante económico, además de ser muy suaves al tacto, estas alfombras tienen una conductividad térmica baja y una capacidad aislante aceptable, son muy resistentes y duraderas, por lo que se vuelven una alternativa para vestir tanto una sala de estar como una galería exterior. Entre sus grandes ventajas está su fácil limpieza, ya que sus fibras están preparadas para resistir el paso del tiempo.
