Una boda junto al mar es siempre sinónimo de libertad, el color azul de una alfombra y los blancos de un tul o flores hacen honor y acompaña a tan vasto paisaje marino. Declarar el amor bajo un cielo azul y frente a la brisa marina cálida no tiene precio, sobre todo porque no hace falta mucho para decorar un escenario tan grandioso y evocador.
Hay tantas ideas originales y sencillas para decorar que por mucho que queramos destacar el escenario, siempre nos quedaremos corto ante tan majestuosa estampa. Así que por ejemplo podríamos adornar con un camino de alfombra azul hasta el cenador, además de unas sombrillas azules y por qué no unos globos.
Además de marcar el camino al altar, también la alfombra puede compaginar muy bien con otros elementos relacionados con el mar, como por ejemplo unas redes, unos faroles o unas telas vaporosas que con sus colores apastelados en azules claros dejan pasar la luz y llenan el espacio con colorido y suavidad como un tul, que con su ligereza ondea al viento frente al mar dando mayor viveza a la propia ambientación.
Hay que tener en cuenta que celebrar una boda en la playa no siempre puede tener los permisos por parte del ayuntamiento y hay que asegurarse por ello. Mucho menos si pretendemos poner un aperitivo, de ahí que podamos pensar en un momento del año donde no haya muchas personas o bien contratar los servicios de un hotel que tenga playa privada para poder ofrecer un catering ligero y fresco.
Otra de las variantes y muy lúdicas o festivas que pueden añadirse a una celebración nupcial, es en una playa donde una pequeña orquesta o músicos ambientan ese momento tan especial. Normalmente los hoteles a pie de playa son los que tienen un área exclusiva para estas celebraciones aunque a unos precios bastante desorbitados en la mayoría de los casos. Pero si lo prefieres puedes probar a preguntar al ayuntamiento respectivo, que tienen unas tasas por cerrarte una parte de la playa para dicha celebración, que en algunos casos pueden oscilar entre los 1.500 a 2000€ dependiendo de cada ayuntamiento.
Piensa que si no quieres hacer una boda multitudinaria, si sois una pareja que desea hacer una celebración intima, lejos del compromiso de tener que invitar tantas personas simplemente para no “quedar mal” las bodas en playa son la mejor opción. La pareja invita a un grupo selecto de amigos y familiares para dar el sí en el mejor escenario de todos.
Pero antes de elegir la playa, piensa en el viento que pueda hacer el día de la celebración, ya que puede jugarte una mala pasada. Imagínate con un fuerte levante dónde podrían ir a parar los adornos, alfombras, globos y demás accesorios.
Otro aspecto importante a la hora de celebrar una boda en la playa es su ubicación, ya que no es lo mismo la puesta en escena cerca de la orilla como si es en el interior de la playa a mucha distancia del paseo marítimo. De lo que se trata es de hacer cómodo el acceso al decorado y a la vez que esté lo más cerca posible de la orilla para disfrutar de unas bonitas vistas.
